Somos responsables del desarrollo de cerebros sanos… que serán los ciudadanos del futuro de nuestra sociedad.
Los diferentes científicos occidentales y los científicos contemplativos que participaron en el Congreso en Washington de 2009, “Educando a los ciudadanos del mundo para el siglo XXI” coinciden en que ya no se trata de hablar simplemente de la importancia del aprendizaje social y emocional, o del entrenamiento puntual a alumnos y profesores para potenciar ese aprendizaje. La novedad radica en que hoy por hoy y aprovechando los descubrimientos científicos sobre la neuro-plasticidad del cerebro, los científicos se están cuestionando y planteando qué tipo de ciudadanos del futuro se quiere y cómo influir en los cerebros de los niños que serán precisamente esos ciudadanos del futuro.
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